Los ideales más puros, más espirituales, más sublimes, están tan altos como las nubes, y llegar a ellos cuesta trabajo, preparación y disciplina. Admiramos la elevada majestuosidad de las nubes que nos hace valorar la Grandeza de Dios y el esplendor de la naturaleza; tal es la admiración por los ideales elevados, con los cuales fundas una familia, un país ... y un corazón rebosante de felicidad y satisfacción.
Las nubes ofrecen un espectáculo natural muy hermoso y admirable, pero las emisiones de smog opacan ese esplendor. La industrialización desenfrenada ha dado duros golpes a la pureza atmosférica, y la indiferencia a esa conducta, afecta generaciones futuras.
0 >Hablan los amantes de la naturaleza::
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