He comentado en post anteriores a éste, que una forma de rescatar el respeto por la naturaleza puede darse con post centrados en las bellezas naturales de tu país. Dicho sea de paso: cada país tiene sus propios encantos naturales, desde los arenosos desiertos africanos, hasta las majestuosas montañas del lejano Oriente y las exóticas playas caribeñas.La naturaleza repartió caritativamente sus bellezas por todo el planeta. En el caso de Venezuela, tenemos admirables montañas, bosques, ríos, playas, desiertos, lagos, y por si fuera poco, nos bendijo con la maravilla natural del relámpago del Catatumbo. Esas bellezas naturales, para más bendiciones, esconden bajo su subsuelo respetables riquezas minerales, que impulsan nuestro desarrollo económico y favorecen nuestro desarrollo como sociedad moderna.
Venezuela es un país BELLO. No sólo por sus paisajes, sino por su gente, caracterizada por una hospitalidad que ha cobijado a muchos emigrantes que se han enamorado de la patria de Bolívar. Pese a nuestra variada geografía, no somos azotados por castigos naturales como tsunamis, erupciones volcánicas, terremotos, etc. Las inundaciones son nuestra única catástrofe, y son debidas a causas humanas, de un desproporcionado y no planificado crecimiento demográfico urbano, que irrespeta cauces naturales, y es la lección más amarga para nuestro país y para el mundo sobre las consecuencias de no controlar racionalmente el crecimiento urbano respetando la naturaleza.. El deslave en el Estado Vargas de 1999 es el ejemplo más doloroso de ese comentario. Pero, como venezolanos, aprendamos a amar a un país cuya naturaleza es tan generosa con sus habitantes, y eso lo concretamos, cuidando y exaltando al mundo nuestras bellezas naturales.
Y sería una imperdonable injusticia si no mencionamos lo más bello que nos regala Venezuela, que son sus hermosas mujeres, las cuales son las más cotizadas en los concursos de belleza a nivel internacional. Son mujeres de gran atractivo físico, muy variado, que va desde la exhuberante catira hasta la voluptuosa morena, por eso al amar a esas bellas hijas de la naturaleza, se germina la semilla de amor por los regalos de nuestra naturaleza. La hermosa Irene Saez nos trajo la corona del Miss Universo 1981, una de las tantas coronas conquistadas por nuestras chicas: Pero Irene, demostró ser algo más que mujer bella, pues cumplió un exitoso desempeño en la Alcaldía de Chacao; y así como ella, nuestras exitosas reinas de belleza, triunfaron luego en otros ámbitos.
Todo nuestro amor a Venezuela, y a esas bellísimas venezolanas, cuyos labios son un néctar de deliciosa miel. Por eso: ¡ama a Venezuela!, y con ella a la generosa naturaleza que nos acalora cada día.
lunes, 1 de agosto de 2011
8/01/2011 12:45:00 a. m.
ANGEL PAZ
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